miércoles, 10 de marzo de 2010

De Atocha...

Foto: jacilluch





Al llegar, todo en mi alrededor se ralentizó. Tan sólo recuerdo la mirada perdida, como hacia ninguna parte, de los que quedaban en pie. Moviéndose sin saber muy bien hacia dónde.

Y el silencio. Sobre todo, el silencio...

Tan sólo roto de pronto, y casi al unísono, por una sinfonía de móviles sonando desde todos los rincones del destrozado tren.

Desde entonces, para mí la vida sigue... sí. Pero ya nada es como antes.


©narbona

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4 comentarios:

A las 11 de marzo de 2010, 10:25 , Blogger Runas ha dicho...

Son de esos dias que se te quedan grabados para toda la vida, recuerdas perfectamente que estaba haciendo cuando escuchastes la notocia y como se te encogia el corazón y sentias la impotencia de no poder hacer nada. Un beso

 
A las 15 de marzo de 2010, 16:11 , Blogger Blanka ha dicho...

Ese día fue terrible, un día doloroso difícil de olvidar, aún recuerdo donde me encontraba cuando recibí la noticia. Lo peor de todo la impotencia de no poder hacer nada por esas personas.
Un besito

 
A las 26 de marzo de 2010, 21:44 , Blogger José Antonio Tovar ha dicho...

Muertes absurdas, dolor interminable. Es verdad...la vida sigue, pero ya nada es como antes.

Te dejo mis saludos y un fuerte abrazo.

 
A las 28 de agosto de 2010, 17:25 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Ese día lloré, lloré por toda esa pobre gente que perdió la vida por la pesadilla de un loco. Lloré por los que quedaron aquí para no dejar ni un solo día de recordarles. Impotencia es lo que siento cada vez que recuerdo ese trágico día y una honda tristeza.
La vida sigue, pero 191 seres humanos dejaron de existir.

 

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